Seguimos con las prácticas de composición literaria. Mientras estaba en Bolonia visitando a un amigo, me llegó el encargo para el siguiente martes: Un soneto sobre un tópico literario. Mi elección fue el tempus fugit.
Qué harás ahora por mí, amore mío,
si se oxidaron todos los remaches
de tu alma juvenil y sin ambages,
encadenada al fin a su destino.
Qué harás esta noche si no hay mañana
después de acumular días pasados
entre flautas ciegas, durmiendo sapos
viejos para pagarte las entrañas.
La muerte no tiene hambre*, no sabe
de ansia, de sed, de saludar espejos
rotos tras cortinas grises de papel.
La muerte no puede echarte de menos,
no comprende de fantasmas de pared,
de sábanas secas y cuentacuentos.
si se oxidaron todos los remaches
de tu alma juvenil y sin ambages,
encadenada al fin a su destino.
Qué harás esta noche si no hay mañana
después de acumular días pasados
entre flautas ciegas, durmiendo sapos
viejos para pagarte las entrañas.
La muerte no tiene hambre*, no sabe
de ansia, de sed, de saludar espejos
rotos tras cortinas grises de papel.
La muerte no puede echarte de menos,
no comprende de fantasmas de pared,
de sábanas secas y cuentacuentos.
* La mort n'a pas faim (Louis Legrand, Dijon 1863 - Livry Gargan 1951)
Como bien me corrigió ayer Javier, a este soneto le falta el esquema de acentos. Cosa que no tuve en absoluto en cuenta y que ni siquiera recordaba. El resto de sus críticas me las guardo para mi. Ahora es vuestro turno.
P.D.: Como podréis comprobar, no tiene título. Lara, una compañera de COLMO, me sugería que copiara el clásico: A Jarifa en una orgía. Ustedes dirán de la ocurrencia.
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