Dice Isaac Asimov en su relato El bolso viejo (Incluído en Los enigmas de los Viudos Negros, editorial Plaza&Janes, 1991) a través de uno de sus personajes:
Tengo una columna en los periódicos titulada Por el contrario. [...] En mi columna, presento la parte impopular de cualquier controversia, no porque apoye siempre con pasión esa parte, sino porque creo que es propensa a ser presentada de manera inadecuada al público. El público, después de todo, puede ser inducido a error; a veces, incluso de forma peligrosa, si escucha sólo a una parte de una cuestión. Muchas personas podían no saber siquiera que existe otro punto de vista.
Yo diría más: que, en ocasiones, sería estupendo contar con un discurso crítico que dinamitase por igual las dos versiones de una controversia. Pero por el contrario tenemos el periodismo y los oradores que nos merecemos.
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