La literatura es un juego. El "intríngulis" de la cuestión es que ese juego nos lleve a algún sitio.
Creo que cuanto estoy feliz, las uñas me crecen con más fuerza.[1][2][3][4][5]
[1] Suponemos que el sujeto* es feliz y no se le rompen las uñas.
[2] Suponemos que el sujeto* es infeliz y se le han roto una o varias uñas.
[3] Suponemos que el sujeto* se estaba cortando las uñas y una le ha saltado a un ojo.
[4] Suponemos que el sujeto* es feliz y busca cosas que hayan cambiado en su vida por ese hecho.
[5] Suponemos que el sujeto* es infeliz y busca cosas que hayan cambiado en su vida por ese hecho.
....
[*] Mejor supongamos que el sujeto ha muerto.
[2] Suponemos que el sujeto* es infeliz y se le han roto una o varias uñas.
[3] Suponemos que el sujeto* se estaba cortando las uñas y una le ha saltado a un ojo.
[4] Suponemos que el sujeto* es feliz y busca cosas que hayan cambiado en su vida por ese hecho.
[5] Suponemos que el sujeto* es infeliz y busca cosas que hayan cambiado en su vida por ese hecho.
....
[*] Mejor supongamos que el sujeto ha muerto.
Y eso es lo más difícil. Que te lleve a algún sitio.
2 comentarios:
Christian, mándame un mail a luci.funk@gmail.com y hablamos de lo de tu colectivo literario.
¡Besines!
Pero nunca nos olvidemos de que es mentira que a los muertos les crecen las uñas.
Un beso*
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